Hemos pasado la Semana Santa en León. Allí se celebran procesiones con los momentos de la Pasión de Jesús. Todos los días desde el Viernes de Dolores, hay procesiones donde niños y mayores acompañan las imágenes de Jesús y María por las calles de León. Los participantes en la procesión, van vestidos con unas túnicas y llevan la cabeza tapada con un capillo que puede variar de color y de forma, según la cofradía a la que pertenezcan. A estas personas se les llama papones. Pues bien, este año mi hermano Álvaro y yo hemos ido de papones; llevábamos túnicas y capillos negros y una gran cruz de madera en la mano. Es habitual que los niños durante la procesión le demos la mano a los niños que están viendo la procesión. Podemos dar la mano a cientos de niños, porque hay muchos. Las imágenes que acompañamos durante la procesión van adornadas con muchas flores y plantas y las llevan a hombros los papones adultos, ya que pesan muchísimo. Este año nos ha llovido tanto que no han podido salir la mayoría de las procesiones y solamente pudimos procesionar, el Lunes Santo durante un ratito, pero aún así ha sido una Semana Santa inolvidable.
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