”MI MUNDO DE EMOCIONES”
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejaros.
Una buena educación emocional incluye enseñar que no hay emociones “buenas” ni “malas”, o “dañinas” y “peligrosas”. Todas y cada una de las emociones son necesarias. Son innatas y naturales del ser humano, y las necesitamos porque todas cumplen su función, incluso las llamadas emociones negativas.
Si, por ejemplo, no tuviésemos miedo, ¿cómo sabríamos cuándo estamos ante un peligro? No reaccionaríamos.
Todas las emociones nos ayudan a enfrentarnos a las situaciones que nos ocurren a diario en el mundo y en nuestra vida. Todas son importantes y útiles a la hora de cumplir su función, por lo que es necesario entender que no hay que intentar evitar las emociones que no nos gustan.
Además de ser algo muy complicado, también es antinatural. Podemos aprender a manejar las emociones correctamente conociéndolas y aceptándolas.
El contexto familiar es la primera escuela del desarrollo de la inteligencia emocional. Los miembros de la familia ayudan a los niños a identificar y etiquetar las diferentes emociones y conectarlas con las situaciones sociales más próximas.
La falta de inteligencia emocional puede generar carencias en las capacidades intelectuales de los niños, deteriorando su posibilidad de aprender.
Es necesario enseñar a l@s niñ@s a identificar, reconocer y controlar sus emociones.
Estamos trabajando las emociones a través del cuento
“El monstruo de colores”
“El monstruo de colores”
Aquí os dejamos el video del cuento sobre el que estamos trabajando.
Así es como lo estamos llevando a cabo en el aula
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